Pasión, diversión y victoria en el deporte .
Sutil diferencia:
GANO PORQUE ME DIVIERTO, NO ME DIVIERTO PORQUE GANO.
A todos nos gusta divertirnos y pasarlo bien. ¿Quién no busca su vocación y sueña con un trabajo que le guste y lo divierta? Hay afortunados que siguen jugando de adultos y viven de eso. La práctica deportiva no es la excepción, todo lo contrario: se origina y nace del placer que genera. Por eso un pequeño comienza a practicar deporte: lo disfruta y eso hace que persevere.
Sin embargo, cuando se vuelve un trabajo, una obligación, pierde su calidad lúdica, a pesar de que el deporte es un juego reglado, cuya finalidad es entretener y divertir, pasarlo bien. No se juega a algo que parece aburrido. Cuando un deportista encuentra su vocación es porque ha escogido el juego que más le gusta y divierte.
Es algo que se pierde muchas veces en las competencias. Cuando se pregunta la razón por la que un deportista practica su especialidad, a veces se olvida de lo más importante: “porque me gusta y lo disfruto”. Lo que pasa, es que ha caído en un ritmo tan fuerte de competencia, que ya ni sabe por qué lo hace.
Los deportistas exitosos nunca olvidan el placer. Es más, disfrutan las situaciones difíciles, complicadas, extremas. Saben y sienten que así brota lo mejor de sí mismos. Un atleta que no se divierte con su deporte, no durará mucho en el circuito competitivo.
Las largas, arduas, agotadoras y constantes sesiones de entrenamientos, sumados a los viajes, entrevistas, marketing, cuidados físicos y no tener tiempo para sí, son enemigos de la diversión. En las palabras de Jackson y Csikszentmihalyi “
cuando estás demasiado centrado en los resultados, puede perderse fácilmente la experiencia. Si estás demasiado preocupado por vencer en una prueba, podrías no alcanzar el estado mental necesario para la victoria. Esto puede ser desastroso para la actividad. Incluso peor, si pierdes la sensación de disfrute que justifica en primer término la existencia de los deportes”. Lo importante es alcanzar la fluidez deportiva, el rendimiento máximo, suelto, creativo.
Una vez, Sofía Mulanovich, la campeona mundial de tabla, dijo: “siento que no me estoy divirtiendo en las olas. Debo cogerle el gusto otra vez”. Eso muestra la importancia que Sofía le da al hecho de divertirse en su búsqueda del triunfo, indica su preocupación por la ausencia de la diversión en la práctica de su deporte,
porque es consciente de que el camino hacia la victoria está inevitablemente ligado a la diversión o, mejor dicho, la diversión es el camino al éxito.
Existen deportistas capaces de divertirse siempre y lograr un equilibrio, sin dejarse influenciar por oponentes, situaciones o competencias.
Incluso, consideran igualmente estimulante jugar un mundial o una olimpiada, que un torneo local. Son pocos los deportistas que logran esa independencia de factores externos, son parejos: Andre Agassi, Roger Federer, en el tenis; Marcelo García, Roger Gracie, Ronaldo Jacare, o Jean Jacques Machado, en Jiu Jitsu brasilero; Vendelei Silva, en las artes marciales mixtas; o Lance Armstrong, en el ciclismo, por mencionar algunos de los más reconocidos.
Fuente: educared