martes, 3 de noviembre de 2009

FORTALEZA MENTAL II......AUTOCONFIANZA





Paso 1: Evita las declaraciones negativas sobre ti .
Los comentarios que haces sobre tu mismo tienen un gran impacto en tu autoconfianza y tu autointegridad. Si estas pensando pensamientos negativos, le van a dar lugar a sentimientos negativos sobre tu situación y sobre ti mismo. Quizás no te des cuenta de esto, pero los comentarios negativos o auto despreciativos a través del tiempo van erosionando tu autoconfianza.

Paso 2: Identifica tus propios problemas.
Usualmente le pongo de sobreaviso a las personas que cada uno tiene propios problemas personales y que cada individuo tiene la responsabilidad de identificarlos. Piensa acerca de tus fortalezas y de qué manera podes jugar con ellas, así como tus puntos débiles y cómo podes mejorarlos. No dejes que tu ego se ponga en tu camino al inflar tus fortalezas, ni en minimizar tus debilidades.

Paso 3: Auto Afirmación .
Así como es importante evitar los pensamientos negativos, los pensamientos positivos son muy convenientes y tienen un efecto de mejora sobre tus emociones y confianza: he aquí una de las claves de la inteligencia emocional. Haz una lista de tus logros, sin importar su magnitud. El poder de la mente no se puede subestimar. Si deseas algo lo suficiente, el mismo deseo se transformará en una fuerza motivadora.

Paso 4: Cree en ti mismo .
Las creencias son las cosas pensamos que son verdad, y las aceptamos como verdaderas sin necesidad de cuestionarlas o examinarlas. Si cree que puedes hacer lo que alguien más puede hacer, seguramente serás capaz de lograrlo tu también. Con el
fin de alcanzar tal nivel de autoconfianza para que sea verdadera la declaración anterior, primero tienes que empezar a creer en ti mismo para darte fuerza. Por lo tanto, el administrar adecuadamente lo que crees es la clave para crear la vida que deseas tener.

La clave para construir autoconfianza es creer en ti mismo y admitir nuestros errores.



Paso 5: Perseverancia.
Siempre habrá retrocesos en la vida, y tenemos que aprender a ser más resistentes, para no quedar estancados allí. Cuando las cosas no van como lo hemos planeado, a veces es adecuado ser un poco duros con nosotros mismos si somos responsables de ello. La clave no está en tener la responsabilidad, sino en averiguar qué se ha realizado incorrectamente y cómo podemos hacer para solucionar el problema. Si el problema es algo fuera del alcance de tu control, habrá que decir no fue tu responsabilidad, en todo caso.









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