martes, 29 de septiembre de 2009

Carta de un Hijo a su Padre.


No me des todo lo que te pida, a veces sólo pido para ver hasta cuánto puedo tomar.


No me grites, te respeto menos cuando lo haces y me enseñas a gritar a mí también y no quiero hacerlo.


No me des órdenes, a veces si me pidieras las cosas yo las haría más rápido y con más gusto.


Cumple tus promesas, buenas o malas. Si me prometes un premio dámelo, pero también si es castigo.


No me compares con nadie, especialmente con mis hermanos y hermanas. Si tú me haces lucir mejor que los demás, alguien va a sufrir, y si me haces lucir menos que los demás seré yo quien sufra.


No cambies, de opinión tan apurado sobre lo que debes hacer, decídete y mantén esa decisión.


Déjame valerme por mí mismo, si tú haces todo por mí, yo nunca podré aprender.


No digas mentiras delante de mí, aunque sea para sacarte de un apuro, me haces mal, y pierdo la fe en lo que dices.


Cuando yo hago mal no me exijas que te diga “el por qué” lo hice, a veces ni yo mismo lo sé.


Cuando estás equivocado en algo, admítelo y crecerá la opinión que tengo de ti y me enseñarás a admitir mis equivocaciones.


Trátame con la misma amabilidad y cordialidad con que tratas a tus amigos.


No me pidas que haga una cosa si tú no lo haces, yo aprenderé y siempre haré lo que tú haces aunque no lo digas “no tengo tiempo para tonterías” o “eso no tiene importancia”.


Trata de comprenderme y ayudarme, y quiéreme y dímelo.
(Extraído de la fundación Devi)

No hay comentarios:

Publicar un comentario